MAPA DE ESPAÑA Y PORTUGAL. Dividido en sus actuales provincias, y orlado con los de las posesiones ultramarinas españolas, y planos de las principales ciudades. |
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Firma el mapa Pedro Martín de López, continuador de la saga de Tomás López. Era sobrino político, discípulo y heredero de Juan López, uno de los dos hijos de Tomás López que continuaron su obra y mantuvieron su taller1.
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1852. La primera edición del mapa original de A.H. Dufour es de 1841 | ||
Los editores Gaspar y Roig publican el mapa. José Gaspar Maristany y José Roig Oliveras habían fundado esta editorial en 1845. En esta época era una de las principales editoriales madrileñas. No era una editorial cartográfica aunque estaba habituada a las publicaciones ilustradas. Había basado su negocio en las producciones baratas como las publicaciones por entregas o la reproducción y traducción de libros franceses ilustrados, adquiriendo a buen precio copias de sus planchas en París4.
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Grabador: Ramón Alabern.
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La escala no se expresa numéricamente. Se incluyen tres escalas gráficas: en “leguas españolas de 20 al grado”, en “leguas de Portugal de 18 al grado” y en kilómetros. A partir del tamaño del documento y de las escalas gráficas se deduce que tiene una escala aproximada de 1:1.860.000. |
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La Península Ibérica y las Islas Baleares, incluyendo partes del sur de Francia y del norte de África.
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Todo el mapa en una sola hoja.
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Grabado en acero impreso en papel a una sola tinta. Algunos límites coloreados a la aguada.
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79 x 101,5 cm |
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Mapa general con la intención de ofrecer una representación global a pequeña escala de España y Portugal. Sin embargo, el objetivo principal del mapa original de Henri Dufour era el de ser un mapa de caminos con indicación de las distancias entre poblaciones, por tanto, la mayor parte de la información contenida en él es la referida a la red viaria. Se trazan los caminos con una leyenda jerarquizada desde los de herradura hasta los de posta, pasando por los carreteros y los reales. Junto a cada tramo de la red se anota la cifra de su longitud en leguas. Pedro Martín de López no pretendía ofrecer un mapa de caminos o de itinerarios sino un mapa general, de modo que no copió la localización de las casas de posta ni tampoco indicó a qué se refieren las cifras junto a los caminos ni qué unidades están expresando. Hemos de acudir al mapa original de Dufour para leer que se trata de las leguas de posta que “son próximamente como las españolas de 20 al grado, excepto en Portugal que son algún tanto mayores”. Otros elementos de la red de comunicaciones que se incluyen en este mapa son los canales de navegación, distinguiéndose los proyectados de los ya construidos.
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Posiblemente entre 1808 y 1838. Los datos de la red de caminos son de 1830. Véase el apartado “métodos de posicionamiento y fuentes de información”. |
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Debe tratarse de una proyección cilíndrica simple, también llamada cilíndrica equidistante. Puede deducirse del trazado de la red formada por unos meridianos rectos – parece que convergentes – y unos paralelos circulares igualmente espaciados. Su meridiano central es el de 1º al este de Madrid, muy próximo al de 5º al oeste de París que se utilizaba en el mapa original de Dufour.
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Hemos obtenido buenos resultados con el elipsoide de Plessis de 1817, de uso muy común en la época tras ser adoptado por el Dépôt de la Guerre francés para sus cartas de Estado Mayor9. |
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Malla de meridianos y paralelos de 1º. Marco con subdivisiones de cinco minutos. Origen de latitudes en el ecuador. El mapa de Pedro Martín de López tiene su origen de longitudes en el meridiano de Madrid a 3º 41’ 16,58’’ oeste de Greenwich10, mientras que el original de Dufour estaba referido al meridiano de París situado por el IGN francés a 2º 20’ 14,025’’ este de Greenwich11. |
En la cartela del mapa solo se informa de que ha sido compuesto “con presencia de datos fidedignos”. Sabemos que realmente fue copiado del Mapa general de caminos de España de A. H. Dufour. En el mapa original encontramos un texto que explica que sus datos básicos – costas, ríos, montañas y entendemos que también las poblaciones – se han generalizado a partir de los mapas del Atlas Nacional de España del mismo autor. No tenemos noticia cierta de cómo se obtuvieron los datos para la formación del Atlas pero debían proceder de las campañas cartográficas de los ejércitos franceses en España a las que ya hemos hecho referencia al tratar la Carte-Itineraire del Depôt de la Guerre de 1823 y que, con la expedición de los Cien mil hijos de San Luis, alcanzan hasta la década de 1840. Incluían triangulaciones geodésicas, observaciones astronómicas y levantamientos topográficos o croquis ‘a la vista’. El maestro de Dufour, Pierre M. Lapie (1779-1850), fue coronel del Cuerpo de Ingenieros Geógrafos y había realizado una Carte des routes de postes et itineraires d’Espagne et de Portugal en 1810 con datos de las primeras campañas de la guerra de la independencia. La composición del mapa de caminos de Dufour recuerda mucho a la del de su maestro.
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Fondos cartográficos del Instituto Geográfico Nacional. España. Siglos XVI-XIX. Descargado de http://www.ign.es/fondoscartograficos/ | Instituto Geográfico Nacional de España. Cartoteca. Centro Nacional de Información Geográfica.
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Servicio de Cartografía de la Universidad Autónoma de Madrid.
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Este es uno de los últimos mapas de la familia López, saga preponderante en la cartografía terrestre española de finales del siglo XVIII y principios del XIX gracias a la abundante producción de su fundador, Tomás López (1730-1802). Sus hijos, Juan (1765-1830) y Tomás Mauricio (1776-1835) culminaron la edición del Atlas Geográfico de España en 1804 y continuaron las labores de su taller cartográfico en la calle del Príncipe de Madrid. Reeditaron la obra de su padre y realizaron pocos mapas propios. Pedro Martín de López era sobrino político de Juan López y fue su discípulo y heredero14. Parece que se especializó en la construcción de globos terráqueos de pequeño formato y que, salvo en el asunto de los globos, continuó con el modo de proceder de sus predecesores.
Ya se ha tratado en estos comentarios acerca de la deficiente calidad cartográfica de la producción de Tomás López y sobre cómo el vacío cartográfico español fue suplido por los trabajos de los cuerpos de geógrafos y los oficiales de estado mayor de los ejércitos extranjeros en la guerra de la independencia y en la invasión de los Cien mil hijos de San Luis. Solo en este contexto se puede entender que se sostuviera la anticuada y poco rigurosa oferta del taller de los López. Su viejo Atlas llegó a reeditarse en fecha tan tardía como 1844, si bien solo como acompañamiento de la obra Descripción geográfica, histórica, política y pintoresca de España y sus establecimientos de ultramar de Tomas Beltrán Soler15. Otros mapas más modernos habían ido llegando al mercado español desde los editores cartográficos europeos, sobre todo franceses. Se apoyaban, fundamentalmente, en datos levantados sobre el terreno por los oficiales de sus ejércitos, poniendo más en evidencia las deficiencias de la cartografía de la casa López. El Atlas Nacional de España de Auguste Henri Dufour, editado en París en lengua española en 1838, es buena prueba de ello. Dufour completó su Atlas en 1841 con un Mapa general de caminos de España y de Portugal16. El heredero de la casa López, Pedro Martín, copió ese mapa de Dufour y lo tituló Mapa de España y Portugal, y así ha quedado integrado en nuestro visor. En ocasiones anteriores, cuando quiso editar algún mapa general de España, acudió a los viejos mapas de sus predecesores como en el Mapa general de España y Portugal de 1836 corregido con la división de las nuevas provincias. Pero en 1852, años después de la publicación del nuevo Atlas Nacional de Dufour, Pedro Martín de López tuvo que renovar su estilo y acudió directamente al mapa de caminos del cartógrafo francés.
En esta época todavía no existía un Mapa del interior de España formado por un organismo oficial según la metodología cartográfica científica, es decir, utilizando bases geodésicas y levantamientos geométricos, tal y como venía operando la Dirección de Hidrografía para la cartografía náutica. Los primeros intentos, vinculados a esa Dirección Hidrográfica, habían resultado bruscamente truncados durante el calamitoso primer tercio del siglo17. Solo en 1840 retomó el gobierno de Espartero la cuestión del Mapa de España con la creación de una Comisión para la Rectificación del Mapa18. Estaba formada por dos ingenieros civiles y pretendía únicamente la recopilación y rectificación de los datos existentes con trabajo de gabinete. En 1843, Fermín Caballero, geógrafo progresista y en ese momento ministro de la Guerra, reforzó la Comisión para la Rectificación de la Carta Geográfica con tres ingenieros militares haciéndola depender de su ministerio19. Pero sus objetivos continuaron siendo de mera recopilación y rectificación. La década de gobiernos moderados iniciada en 1844 bajo la presidencia del general Narváez no significó ningún avance hacia la formación del Mapa de España. De tal modo que en 1852 aún no se había puesto en marcha el establecimiento de una red geodésica para todo el país ni se habían organizado campañas generales de recogida de datos sobre el terreno20. Aún quedaba espacio para los editores extranjeros y para los herederos de Tomás López.
1. Martín López, J. (2001). Cartógrafos Españoles. Madrid, Centro Nacional de Información Geográfica, Ministerio de Fomento, 319 pp. p.176 y 191.
2. Dufour, A.H. (1841). Mapa general de caminos de España y de Portugal con las nuevas divisiones de provincias. París, Casa de Bulla. Accesible en la Biblioteca Digital Hispánica de la Biblioteca Nacional. Existe una imagen a mayor resolución de una edición de 1854 en la Cartoteca del IGN: http://www.ign.es/fondoscartograficos/.
3. Vapereau, G. (1858). Dictionnaire universel des contemporains. Paris, L. Hachette, 1802 pp. p.572.
4. Martínez, J. A (2001). Historia de la edición en España, 1836-1936. Madrid, Marcial Pons Historia, 527 pp. Referido en: Todo Libro Antiguo (2013). Gaspar y Roig. http://www.todolibroantiguo.es/personajes-historicos/gaspar-y-roig.html
5. Líter, C. y Sanchís, F. (2002). La obra de Tomás López: imagen cartográfica del siglo XVIII. Madrid, Biblioteca Nacional, 570 pp. p.16.
6. Hernando, A. (1996). La producción de Atlas geográficos en España. Revista de Geografía, vol. XXX-XXXI, 1996-97, pp. 111-121, p.114.
7. Hernando, A. (2009). Retórica iconográfica e imaginación geográfica: los frontispicios de los atlas como proclamaciones ideológicas. En Boletín de la A.G.E. Nº 51 - 2009, págs. 353-369. p.364.
8. Hernando, A. (2009). Retórica iconográfica e imaginación geográfica: los frontispicios de los atlas como proclamaciones ideológicas. En Boletín de la A.G.E. Nº 51 - 2009, págs. 353-369. p.364.
9. Huguenin, M. (1948). Historique de la cartographie de la nouvelle carte de France. Paris, Impr. de l´institut géographique national. A través de http://fr.wikipedia.org/wiki/Carte_d%27%C3%89tat-Major.
10. Meridiano de Madrid recogido en la aplicación ArcGis-ArcMap 10.0. Copyright © 1999-2010 ESRI.
11. Service de Géodésie et Nivellemet-IGN. Quelle est la différence entre le méridien de Greenwich et le méridien de Paris?. Consultado el 29/04/2015 en http://www.ign.fr/.
12. Cabanes, de, F..J. (1830). Guía general de correos, postas y caminos del reino de España. Con un mapa itinerario de la Península. Madrid, imprenta de Miguel de Burgos, 561 pp.
13. Martín López, J. (2001). Cartógrafos Españoles. Madrid, Centro Nacional de Información Geográfica, Ministerio de Fomento, 319 pp. p.50.
14. Martín López, J. (2001). Cartógrafos Españoles. Madrid, Centro Nacional de Información Geográfica, Ministerio de Fomento, 319 pp. p.176 y 191.
15. Líter, C. y Sanchís, F. (2002). La obra de Tomás López: imagen cartográfica del siglo XVIII. Madrid, Biblioteca Nacional, 570 pp. p.16.
16. Hernando, A. (2009). Retórica iconográfica e imaginación geográfica: los frontispicios de los atlas como proclamaciones ideológicas. En Boletín de la A.G.E. Nº 51 - 2009, págs. 353-369. p.364.
17. Castañón, J.C., Puyo, J.Y. y Quirós F. (2008). La herencia cartográfica y el avance en el conocimiento geográfico de España. En F. Quirós y J.C. Castañón (Eds.), Madrid 1808 – Guerra y territorio – Mapas y planos 1808-1814 (pp. 109-127). Madrid, Museo de Historia, p.123 y 125.
18. Gaceta de Madrid núm. 2228, de 24/11/1840, páginas 1 a 2. Consultado en http://www.boe.es.
19. Gaceta de Madrid núm. 3259, de 24/08/1843, página 2. Consultado en http:http://www.boe.es.
20. Urteaga, L. y Nadal, F. (2001). Las series del mapa topográfico de España a escala 1:50.000. Ministerio de Fomento, Dirección General del Instituto Geográfico Nacional. 397 pp. p.22.
MAPA DE ESPAÑA Y PORTUGAL. Dividido en sus actuales provincias, y orlado con los de las posesiones ultramarinas españolas, y planos de las principales ciudades. |
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Firma el mapa Pedro Martín de López, continuador de la saga de Tomás López. Era sobrino político, discípulo y heredero de Juan López, uno de los dos hijos de Tomás López que continuaron su obra y mantuvieron su taller1.
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1852. La primera edición del mapa original de A.H. Dufour es de 1841 | ||
Los editores Gaspar y Roig publican el mapa. José Gaspar Maristany y José Roig Oliveras habían fundado esta editorial en 1845. En esta época era una de las principales editoriales madrileñas. No era una editorial cartográfica, aunque estaba habituada a las publicaciones ilustradas. Había basado su negocio en las producciones baratas como las publicaciones por entregas o la reproducción y traducción de libros franceses ilustrados, adquiriendo a buen precio copias de sus planchas en París4.
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Grabador: Ramón Alabern.
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La escala no se expresa numéricamente. Se incluyen tres escalas gráficas: en “leguas españolas de 20 al grado”, en “leguas de Portugal de 18 al grado” y en kilómetros. A partir del tamaño del documento y de las escalas gráficas se deduce que tiene una escala aproximada de 1:1.860.000. |
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La Península Ibérica y las Islas Baleares, incluyendo partes del sur de Francia y del norte de África.
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Todo el mapa en una sola hoja.
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Grabado en acero impreso en papel a una sola tinta. Algunos límites coloreados a la aguada.
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79 x 101,5 cm |
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Mapa general con la intención de ofrecer una representación global a pequeña escala de España y Portugal. Sin embargo, el objetivo principal del mapa original de Henri Dufour era el de ser un mapa de caminos con indicación de las distancias entre poblaciones, por tanto, la mayor parte de la información contenida en él es la referida a la red viaria. Se trazan los caminos con una leyenda jerarquizada desde los de herradura hasta los de posta, pasando por los carreteros y los reales. Junto a cada tramo de la red se anota la cifra de su longitud en leguas. Pedro Martín de López no pretendía ofrecer un mapa de caminos o de itinerarios sino un mapa general, de modo que no copió la localización de las casas de posta ni tampoco indicó a qué se refieren las cifras junto a los caminos ni qué unidades están expresando. Hemos de acudir al mapa original de Dufour para leer que se trata de las leguas de posta que “son próximamente como las españolas de 20 al grado, excepto en Portugal que son algún tanto mayores”. Otros elementos de la red de comunicaciones que se incluyen en este mapa son los canales de navegación, distinguiéndose los proyectados de los ya construidos.
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Posiblemente entre 1808 y 1838. Los datos de la red de caminos son de 1830. Véase el apartado “métodos de posicionamiento y fuentes de información”. |
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Debe tratarse de una proyección cilíndrica simple, también llamada cilíndrica equidistante. Puede deducirse del trazado de la red formada por unos meridianos rectos – parece que convergentes – y unos paralelos circulares igualmente espaciados. Su meridiano central es el de 1º al este de Madrid, muy próximo al de 5º al oeste de París que se utilizaba en el mapa original de Dufour.
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Hemos obtenido buenos resultados con el elipsoide de Plessis de 1817, de uso muy común en la época tras ser adoptado por el Dépôt de la Guerre francés para sus cartas de Estado Mayor9. |
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Malla de meridianos y paralelos de 1º. Marco con subdivisiones de cinco minutos. Origen de latitudes en el ecuador. El mapa de Pedro Martín de López tiene su origen de longitudes en el meridiano de Madrid a 3º 41’ 16,58’’ oeste de Greenwich10, mientras que el original de Dufour estaba referido al meridiano de París situado por el IGN francés a 2º 20’ 14,025’’ este de Greenwich11. |
En la cartela del mapa solo se informa de que ha sido compuesto “con presencia de datos fidedignos”. Sabemos que realmente fue copiado del Mapa general de caminos de España de A. H. Dufour. En el mapa original encontramos un texto que explica que sus datos básicos – costas, ríos, montañas y entendemos que también las poblaciones – se han generalizado a partir de los mapas del Atlas Nacional de España del mismo autor. No tenemos noticia cierta de cómo se obtuvieron los datos para la formación del Atlas pero debían proceder de las campañas cartográficas de los ejércitos franceses en España a las que hacemos referencia al tratar la Carte-Itineraire del Depôt de la Guerre de 1823 y que, con la expedición de los Cien mil hijos de San Luis, alcanzan hasta la década de 1840. Incluían triangulaciones geodésicas, observaciones astronómicas y levantamientos topográficos o croquis ‘a la vista’. El maestro de Dufour, Pierre M. Lapie (1779-1850), fue coronel del Cuerpo de Ingenieros Geógrafos y había realizado una Carte des routes de postes et itineraires d’Espagne et de Portugal en 1810 con datos de las primeras campañas de la guerra de la independencia. La composición del mapa de caminos de Dufour recuerda mucho a la del de su maestro.
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Fondos cartográficos del Instituto Geográfico Nacional. España. Siglos XVI-XIX. Descargado de http://www.ign.es/fondoscartograficos/ | Instituto Geográfico Nacional de España. Cartoteca. Centro Nacional de Información Geográfica.
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Georreferenciación:
En el proceso de georreferenciación se situaron 9 puntos homólogos en cruces de meridianos y paralelos distribuidos por la superficie del mapa y se empleó una transformación polinómica de segundo orden. El error RMS resultante es de 426,176 m, adecuado para un mapa de esta escala. Resolución sobre el terreno:
Ajustes de color:
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Este es uno de los últimos mapas de la familia López, saga preponderante en la cartografía terrestre española de finales del siglo XVIII y principios del XIX gracias a la abundante producción de su fundador, Tomás López (1730-1802). Sus hijos, Juan (1765-1830) y Tomás Mauricio (1776-1835) culminaron la edición del Atlas Geográfico de España en 1804 y continuaron las labores de su taller cartográfico en la calle del Príncipe de Madrid. Reeditaron la obra de su padre y realizaron pocos mapas propios. Pedro Martín de López era sobrino político de Juan López y fue su discípulo y heredero14. Parece que se especializó en la construcción de globos terráqueos de pequeño formato y que, salvo en el asunto de los globos, continuó con el modo de proceder de sus predecesores.
Ya se ha tratado en estos comentarios acerca de la deficiente calidad cartográfica de la producción de Tomás López y sobre cómo el vacío cartográfico español fue suplido por los trabajos de los cuerpos de geógrafos y los oficiales de estado mayor de los ejércitos extranjeros en la guerra de la independencia y en la invasión de los Cien mil hijos de San Luis. Solo en este contexto se puede entender que se sostuviera la anticuada y poco rigurosa oferta del taller de los López. Su viejo Atlas llegó a reeditarse en fecha tan tardía como 1844, si bien solo como acompañamiento de la obra Descripción geográfica, histórica, política y pintoresca de España y sus establecimientos de ultramar de Tomas Beltrán Soler15. Otros mapas más modernos habían ido llegando al mercado español desde los editores cartográficos europeos, sobre todo franceses. Se apoyaban, fundamentalmente, en datos levantados sobre el terreno por los oficiales de sus ejércitos, poniendo más en evidencia las deficiencias de la cartografía de la casa López. El Atlas Nacional de España de Auguste Henri Dufour, editado en París en lengua española en 1838, es buena prueba de ello. Dufour completó su Atlas en 1841 con un Mapa general de caminos de España y de Portugal16. El heredero de la casa López, Pedro Martín, copió ese mapa de Dufour y lo tituló Mapa de España y Portugal. En ocasiones anteriores, cuando quiso editar algún mapa general de España, acudió a los viejos mapas de sus predecesores como en el Mapa general de España y Portugal de 1836 corregido con la división de las nuevas provincias. Pero en 1852, años después de la publicación del nuevo Atlas Nacional de Dufour, Pedro Martín de López tuvo que renovar su estilo y acudió directamente al mapa de caminos del cartógrafo francés.
En esta época todavía no existía un Mapa del interior de España formado por un organismo oficial según la metodología cartográfica científica, es decir, utilizando bases geodésicas y levantamientos geométricos, tal y como venía operando la Dirección de Hidrografía para la cartografía náutica. Los primeros intentos, vinculados a esa Dirección Hidrográfica, habían resultado bruscamente truncados durante el calamitoso primer tercio del siglo17. Solo en 1840 retomó el gobierno de Espartero la cuestión del Mapa de España con la creación de una Comisión para la Rectificación del Mapa18. Estaba formada por dos ingenieros civiles y pretendía únicamente la recopilación y rectificación de los datos existentes con trabajo de gabinete. En 1843, Fermín Caballero, geógrafo progresista y en ese momento ministro de la Guerra, reforzó la Comisión para la Rectificación de la Carta Geográfica con tres ingenieros militares haciéndola depender de su ministerio19. Pero sus objetivos continuaron siendo de mera recopilación y rectificación. La década de gobiernos moderados iniciada en 1844 bajo la presidencia del general Narváez no significó ningún avance hacia la formación del Mapa de España. De tal modo que en 1852 aún no se había puesto en marcha el establecimiento de una red geodésica para todo el país ni se habían organizado campañas generales de recogida de datos sobre el terreno20. Aún quedaba espacio para los editores extranjeros y para los herederos de Tomás López.
1. Martín López, J. (2001). Cartógrafos Españoles. Madrid, Centro Nacional de Información Geográfica, Ministerio de Fomento, 319 pp. p.176 y 191.
2. Dufour, A.H. (1841). Mapa general de caminos de España y de Portugal con las nuevas divisiones de provincias. París, Casa de Bulla. Accesible en la Biblioteca Digital Hispánica de la Biblioteca Nacional. Existe una imagen a mayor resolución de una edición de 1854 en la Cartoteca del IGN: http://www.ign.es/fondoscartograficos/.
3. Vapereau, G. (1858). Dictionnaire universel des contemporains. Paris, L. Hachette, 1802 pp. p.572.
4. Martínez, J. A (2001). Historia de la edición en España, 1836-1936. Madrid, Marcial Pons Historia, 527 pp. Referido en: Todo Libro Antiguo (2013). Gaspar y Roig. http://www.todolibroantiguo.es/personajes-historicos/gaspar-y-roig.html
5. Líter, C. y Sanchís, F. (2002). La obra de Tomás López: imagen cartográfica del siglo XVIII. Madrid, Biblioteca Nacional, 570 pp. p.16.
6. Hernando, A. (1996). La producción de Atlas geográficos en España. Revista de Geografía, vol. XXX-XXXI, 1996-97, pp. 111-121, p.114.
7. Hernando, A. (2009). Retórica iconográfica e imaginación geográfica: los frontispicios de los atlas como proclamaciones ideológicas. En Boletín de la A.G.E. Nº 51 - 2009, págs. 353-369. p.364.
8. Hernando, A. (2009). Retórica iconográfica e imaginación geográfica: los frontispicios de los atlas como proclamaciones ideológicas. En Boletín de la A.G.E. Nº 51 - 2009, págs. 353-369. p.364.
9. Huguenin, M. (1948). Historique de la cartographie de la nouvelle carte de France. Paris, Impr. de l´institut géographique national. A través de http://fr.wikipedia.org/wiki/Carte_d%27%C3%89tat-Major.
10. Meridiano de Madrid recogido en la aplicación ArcGis-ArcMap 10.0. Copyright © 1999-2010 ESRI.
11. Service de Géodésie et Nivellemet-IGN. Quelle est la différence entre le méridien de Greenwich et le méridien de Paris?. Consultado el 29/04/2015 en http://www.ign.fr/.
12. Cabanes, de, F..J. (1830). Guía general de correos, postas y caminos del reino de España. Con un mapa itinerario de la Península. Madrid, imprenta de Miguel de Burgos, 561 pp.
13. Martín López, J. (2001). Cartógrafos Españoles. Madrid, Centro Nacional de Información Geográfica, Ministerio de Fomento, 319 pp. p.50.
14. Martín López, J. (2001). Cartógrafos Españoles. Madrid, Centro Nacional de Información Geográfica, Ministerio de Fomento, 319 pp. p.176 y 191.
15. Líter, C. y Sanchís, F. (2002). La obra de Tomás López: imagen cartográfica del siglo XVIII. Madrid, Biblioteca Nacional, 570 pp. p.16.
16. Hernando, A. (2009). Retórica iconográfica e imaginación geográfica: los frontispicios de los atlas como proclamaciones ideológicas. En Boletín de la A.G.E. Nº 51 - 2009, págs. 353-369. p.364.
17. Castañón, J.C., Puyo, J.Y. y Quirós F. (2008). La herencia cartográfica y el avance en el conocimiento geográfico de España. En F. Quirós y J.C. Castañón (Eds.), Madrid 1808 – Guerra y territorio – Mapas y planos 1808-1814 (pp. 109-127). Madrid, Museo de Historia, p.123 y 125.
18. Gaceta de Madrid núm. 2228, de 24/11/1840, páginas 1 a 2. Consultado en http://www.boe.es.
19. Gaceta de Madrid núm. 3259, de 24/08/1843, página 2. Consultado en http:http://www.boe.es.
20. Urteaga, L. y Nadal, F. (2001). Las series del mapa topográfico de España a escala 1:50.000. Ministerio de Fomento, Dirección General del Instituto Geográfico Nacional. 397 pp. p.22.